Las organizaciones autónomas descentralizadas (DAO) son uno de los conceptos más populares en blockchain en este momento. Tampoco es difícil ver por qué: con una organización descentralizada, las decisiones de una empresa u organizacion no son tomadas por los mismos de siempre, pues aquí todos tienen voz. Los empleados, socios y usuarios también lo hacen, esto significa que cualquiera que tenga un interés o una participación en un asunto relacionado con la organizacion podrá votar sobre cómo debe abordarse. Por supuesto, la gestión descentralizada no está exenta de dificultades, pero tampoco hay duda de que este tipo de estructura tiene un enorme potencial. En este artículo, te explicaremos todo lo que necesitas saber sobre las DAO, como funcionan y una pregunta que todos nos hacemos, ¿realmente son descentralizadas? 

Hablemos de las DAO

Las DAO son organizaciones autónomas descentralizadas que operan utilizando contratos inteligentes. Son autónomas porque los accionistas tienen la capacidad de votar sobre cuestiones que afectan a la organización y son descentralizadas porque es operada sin un único punto de control. En esencia, una DAO es una organización basada en blockchain que es propiedad de su comunidad de accionistas y está gobernada por ellos. Esto puede incluir a empleados, clientes e incluso inversores. Las DAO presentan varias ventajas respecto a las empresas tradicionales, como una mayor equidad, más trazabilidad, menores costes operativos y mayor seguridad. Las DAO pueden organizarse de varias maneras, pueden estar totalmente descentralizadas, lo que significa que no hay ningún órgano de gobierno y cualquiera puede unirse o abandonar la organización en cualquier momento. También pueden estar parcialmente centralizadas, y el órgano de gobierno tiene cierto grado de control sobre las operaciones de la organización. 

¿Cómo funcionan las DAO?

Para operar una DAO, el protocolo crea un contrato inteligente en la cadena de bloques. Este contrato es básicamente el que tiene control sobre la DAO y contiene toda la información relacionada con sus operaciones. El contrato está programado para operar en una blockchain descentralizada, lo que le da total transparencia y trazabilidad. Cualquiera puede unirse a la DAO, ya sea aportando tokens o transfiriendo activos como acciones o propiedades. Al momento de que la DAO celebre votaciones, todas sus partes interesadas pueden tomar decisiones bajo su opinión sobre cierto tema, como por ejemplo, la emisión o no de un dividendo, el pago de salarios o cualquier cosa que te puedas imaginar. Si la DAO emite tokens, el protocolo permite a los titulares de estos tokens participar en los futuros procesos de toma de decisiones de la organización. De esta forma, los titulares de los tokens pueden votar sobre cuestiones que afectan a la DAO directamente. 

Los problemas de las DAO y las formas de resolverlos

El mayor reto de las DAO es la gestión de los incentivos económicos. En ausencia de un incentivo económico centralizado, ¿cómo se incentiva a la gente para que siga participando en una organización descentralizada? Se puede abordar esta cuestión otorgando a los poseedores de tokens el derecho a votar en cuestiones importantes, como la realización de una gran adquisición. Esto puede ayudar a dar a la gente un sentido de propiedad sobre una organización, así como un incentivo financiero directo para seguir participando. También hay que superar pequeños retos de seguridad, como las DAO están descentralizadas, no hay ningún punto central de control sobre la red. Por eso hay que desarrollar un contrato inteligente bastante seguro que pueda garantizar que nadie manipule la red.

¿Son las DAO realmente descentralizadas?

Las DAO se promocionan como descentralizadas, pero la realidad es que no lo están realmente. El protocolo conecta la DAO a una cadena de bloques descentralizada, pero los datos reales se almacenan en la red privada de Ethereum. Si la red Ethereum es atacada o comprometida, también lo son los datos de la DAO. Sin embargo, esto no es una preocupación importante en la práctica. Otro debate fundamental que existe al rededor de las DAO es lo que pasa al momento de una votación, pues algunas organizaciones permiten que sus participantes emitan votos ilimitados, esto puede causar que algunas votaciones sean parcializadas por el deseo de un participante en concreto. Uno de los casos más recientes fue el de Mango DAO, donde un hacker robó $100 millones y creó una votación donde planteaba que podía quedarse con una parte del dinero y devolver otra, si no presentaban cargos en su contra. El punto gracioso de esta historia, es que el hacker uso parte del dinero que robó para emitir 33 millones de votos a su propuesta y así de fácil logró quedarse con $47 millones de dólares y salvarse de una denuncia.  

Las DAO son, sin duda, un concepto nuevo y emocionante, pero no podrán transformar el mundo de los negocios a menos que sean capaces de superar los desafíos que se plantean actualmente. Por ahora queda mucho trabajo por hacer, pero es bastante probable que sigamos viendo un aumento en el desarrollo de las DAO en los próximos años. 

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