Hay una nueva plataforma cripto en desarrollo llamada Praxis, y está generando bastante revuelo—y algunas señales de alerta. Fundada por un joven de 28 años llamado Dryden Brown, quien parece ser un visionario (o tal vez solo ambicioso), la idea es crear un "Estado en Red." Básicamente, es una ciudad donde la innovación florece porque no hay regulaciones molestas que se interpongan. Piensa en avances en IA, biotecnología y todo eso. Pero aquí está el truco: han recaudado $525 millones en financiación, principalmente de una empresa llamada GEM Digital, que tiene algunos proyectos pasados cuestionables en su haber.

El Sueño vs. La Realidad

En papel, suena increíble. Un lugar diseñado para el progreso y la creatividad, libre de las cadenas de la burocracia. Brown y su equipo afirman que más de 14,000 "Praxianos" ya están a bordo—personas de 84 países listas para construir esta utopía cripto juntos. Incluso tienen a Zaha Hadid Architects diseñando el lugar; va a tener un aspecto futurista pero clásico al mismo tiempo.

Pero pongamos los frenos por un segundo. La participación de GEM Digital está levantando cejas por todas partes. De esos $525 millones, supuestamente $500 millones vienen de ellos—¡pero no de inmediato! Tienen este peculiar modelo de negocio donde atan sus fondos a métricas de rendimiento futuro o ventas de tokens en intercambios públicos. ¿Y adivina qué? En varios casos pasados, los proyectos financiados por ellos vieron sus tokens dispararse después del anuncio solo para estrellarse más tarde.

Es como un reloj en este punto: comprometen una gran cantidad que no pagan de inmediato y luego manipulan el sentimiento del mercado para que todos los demás se arruinen mientras ellos se van limpios.

El Salvaje Oeste Regulatorio

Ahora hablemos de uno de los principales puntos de venta de Praxis: la mínima regulación. ¿Es eso realmente algo que deberíamos aplaudir? Claro, diferentes jurisdicciones tienen diferentes reglas—algunos lugares son amigables con las criptomonedas mientras que otros son abiertamente hostiles—pero crear un entorno sin supervisión parece una invitación al caos.

¡Mira DeFi ahora mismo! Básicamente es un patio de juegos para estafadores tal como está; ¿realmente queremos aumentar esas apuestas? Sin alguna forma de responsabilidad o controles y equilibrios, puedes apostar tu último dólar a que las poblaciones vulnerables serán las más afectadas por cualquier práctica depredadora que surja.

Y aquí hay otro pensamiento: ¿puede la tecnología blockchain realmente crear un entorno económico estable? Por un lado, ofrece transparencia y eficiencia; por otro lado, todavía enfrenta desafíos como la escalabilidad y los problemas de consumo de energía.

Resumen: ¿Un Espejismo en el Desierto?

Entonces, ¿con qué nos quedamos? Praxis podría ser un experimento interesante—o podría terminar siendo otro proyecto fallido como tantos antes. Una cosa es segura: si las cosas salen mal (y la historia sugiere que podrían), no me gustaría ser uno de esos "Praxianos" tratando de explicarme en casa.