Charles Hoskinson, el chico de Cardano, está haciendo movimientos en D.C. Se está uniendo a ambos lados del pasillo para obtener un control sobre las regulaciones de criptomonedas en EE. UU., y es bastante interesante. Incluso está buscando redactar algo como una "Declaración de Derechos" para los usuarios de criptomonedas. Y no se detendrá ahí; tiene la vista puesta en algunos senadores demócratas clave para sentarse y elaborar un plan.
Pero aquí está el truco: el hombre quiere unir a los partidos para acordar algo por una vez, para que puedan llevarse bien y finalmente ver lo que la cripto puede aportar.
Consiguiendo a las Personas Adecuadas a Bordo
En su punto de mira está Fetterman, el senador de Pennsylvania que se ha vuelto viral recientemente y que ha sido un poco una espina en el costado de la línea de partido habitual. "Cuando la gente pregunta cómo hacemos que las criptomonedas sean un tema bipartidista, estos son los demócratas con los que necesitamos hablar el próximo año", tuiteó. Este es un gran movimiento, ya que el mundo cripto ha sido un saco de boxeo para los demócratas últimamente, gracias a la administración Biden y la fuerte oposición de Elizabeth Warren.
Y sí, Hoskinson no está buscando solo una charla de café. Ya ha sugerido una "Declaración de Derechos" destinada a proteger a los consumidores, garantizar una tributación justa y definir clasificaciones de activos. Lanzó toda esta iniciativa "Operación Baseline" para identificar las ineficiencias en el paisaje cripto de EE. UU., con la esperanza de impulsar una legislación para abordarlas.
Victorias Legislativas y Obstáculos
En términos de victorias legislativas, ya ha tenido una en la Cámara con la Ley de Innovación y Tecnología Financiera para el Siglo XXI (FIT21). Esta legislación aclara la división entre la SEC y la CFTC, protegiendo algunas formas de cripto y estableciendo a la CFTC como el principal regulador de las criptomonedas no securitizadas.
Pero, ya sabes, no todo es sol y arcoíris. Llevar a cabo una 'Declaración de Derechos' para los usuarios de criptomonedas no es tan sencillo como parece. Por un lado, las lagunas regulatorias podrían ser peligrosas. El presidente de la SEC, Gary Gensler, ya está en esto, acusando al proyecto de ley de permitir que los emisores de cripto autocalifiquen sus blockchains descentralizados, lo que suena como una receta para el desastre.
Luego está todo el tema de la lucha contra el lavado de dinero. Muchas plataformas de cripto no tienen medidas sólidas de AML y KYC, lo que puede ser un imán para actividades ilícitas. Es difícil rastrear a los usuarios que podrían estar haciendo algo malo cuando todo es anónimo.
Incluir los derechos de los usuarios complica aún más las cosas. ¿Cómo te aseguras de que se protejan los derechos de todos mientras mantienes un ojo en las cosas?
Comparaciones Globales y Consideraciones Futuras
Mirando cómo otros países están manejando las regulaciones de criptomonedas, la UE está definitivamente adelante con sus leyes de AML, que requieren que los intercambios hagan la debida diligencia de los clientes y monitoreo de transacciones. Es un sólido ejemplo de lo que EE. UU. podría necesitar implementar, especialmente cuando se trata de garantizar el cumplimiento.
Mientras tanto, otros países como Japón y Singapur han optado por licencias para sus intercambios de cripto, mientras que Suiza tiene un marco para ICOs. Esto solo demuestra que EE. UU. podría usar un enfoque personalizado que no ahogue la innovación, pero que aún mantenga un ojo en la protección del consumidor.
En resumen, tienes a Hoskinson tratando de conseguir apoyo bipartidista porque cree que podría ayudar a la industria a crecer en trillones de dólares y crear millones de empleos. Quiere un mundo donde regulaciones claras y razonables traigan cripto al sistema financiero de EE. UU., allanando así el camino para más innovación, adopción y confianza de los inversores.
“Las criptomonedas no son un problema republicano. Es un problema americano y global. Solo uniendo a todos podemos llegar al siguiente nivel”, dijo. Honestamente, si alguien puede hacer que los dos partidos se pongan de acuerdo en algo por una vez, podría ser él.